Aquí las posibilidades de abortar disminuyen notablemente.
Seguramente las nauseas y vómitos disminuyan o desaparezcan totalmente, así como también la sensación de fatiga y el dolor de senos.
- Tu apetito aumentará, lo que te llevará a un aumento de peso. Este incremento de peso deberá ser controlado mensualmente. No debería superar los 300 gramos semanales. El exceso de aumento de peso puede causar problemas.
- El tamaño del útero aumenta considerablemente, puede causarte molestias en el abdomen, ya que el mismo se agranda.
- Se estiran los ligamentos que sostienen el útero, por lo que puedas sentir dolor de uno u otro lado.
- Debido a que el transito intestinal de la embarazada se hace lento, sumado a que el útero presiona cada vez más toda la zona del vientre, pueden aparecer hemorroides. Por esta razón es muy importante la dieta que ingieras. Se recomiendan muchas verduras, frutas, y sobre todo fibras.
- También pueden aparecer várices, por la presión del útero a la circulación de las piernas, por eso se recomienda algún deporte que favorezca la circulación. Lo mejor es que te muevas, o sea, camina, trata de estar en movimiento, el embarazo no es una enfermedad.
- La piel del abdomen y las mamas se estiran, y pueden aparecer estrías. Puede ser que sientas picazón en la piel de estas zonas.
- Puede aparecer una línea de color oscuro atravesando el abdomen, hasta el pubis.
- Pueden aparecer manchas en la cara (cloasma), que irán desapareciendo después del parto.
- Puede haber hinchazón de pies y tobillos.
- Las areolas de los pezones se pueden oscurecer.
- Se puede sentir el útero en la parte baja del abdomen.
- Quizás pueda presentarse un flujo blanquecino, leucorrea, esto es normal, pero si la pérdida es de color o con un poco de sangre se debe consultar al médico inmediatamente.
- Alrededor del 4 o 5 mes, en las 20 semanas, comenzarás a sentir el movimiento del bebé.
- Períodos de sueño y vigilia.
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